En la mitología grecorromana, Aracne fue una gran tejedora que alardeó de ser más habilidosa que la divina Minerva, equivalente romana de Palas Atenea, diosa de la artesanía y la sabiduría. Minerva, ofendida, entró en competición con Aracne, pero, según cuenta Ovidio, no pudo superarla. Además, el tema elegido por Aracne, los amores de los dioses, fue ofensivo, y Minerva la transformó en una araña.
La fábula de Aracne es una adición tardía a la mitología grecorromana. El mito no aparece en el repertorio de los pintores de vasijasáticas. La historia se narra en Las metamorfosis de Ovidio. También hace mención de ella Virgilio en las Geórgicas. Como estas fuentes son romanas, identifican a la diosa con Minerva.
Según cuenta Plinio, Aracne inventó el uso del hilo, así como las redes. También señala Plinio que Aracne tenía un hijo llamado Closter que inventó el huso para hilar.